Existen prácticas a la hora de usar las brocas, que aunque nos parezcan inofensivas, pueden tener efectos negativos, tanto en el proyecto como en nosotros mismos.
1. No usar equipo de protección
Es sin duda alguna el consejo estrella. Parece obvio pero aún así con las prisas o incomodidad por falta de uso, muchas veces olvidamos protegernos cuando empleamos herramientas para trabajos de bricolaje o carpintería.
Cuando perforamos en superficies de madera o cualquiera que sea el material, se desprenden partículas que pueden resultar peligrosas para nuestra salud. En el caso de la madera por ejemplo, se desprenden virutas que pueden dañar los ojos si no se utilizan gafas de protección adecuadas. El uso de guantes es muy conveniente ya que continuamente estamos manipulando materiales, herramientas, limpiando los restos que genera el material. Por lo que para evitar cortes, rozaduras o cualquier otra lesión, recuerda utilizar siempre guantes de protección que incorporen refuerzos en la palma y dedos.
Al utilizar herramientas de perforado como los taladros, se genera mucho ruido. Por ello, es conveniente utilizar tapones de espuma o silicona para las orejas. Los zapatos de seguridad son muy recomendables. Recuerda, estás trabajando con materiales y herramientas pesadas, que en caso de caer al suelo pueden suponer un peligro. No te olvides de proteger tus pies con zapatos de seguridad que incorporen una puntera metálica.
2. Perforar a una velocidad excesiva
Perforar a una velocidad muy alta puede sobrecalentar la broca, desgastarla prematuramente y afectar la calidad del trabajo.
Taladrar a gran velocidad genera que la broca pierda su filo rápidamente y tus agujeros no serán limpios ni perfectos. Siempre recomendamos empezar a poca velocidad, incrementando poco a poco el ritmo. Siguiendo este consejo tendrás mucho más control sobre la herramienta y tus proyectos de carpintería tendrán acabados espectaculares. En muchas ocasiones, la broca puede llegar a atascarse debido a ese exceso. Si tu taladro lleva incorporado un sistema de control de velocidad, ajústalo antes y evita el prematuro desgaste de tu herramienta.
Llevar un ritmo suave y controlado de la velocidad de taladrado evitará también que el taladro se sobrecaliente. Y así la vida útil de tus herramientas será mucho mayor.
3. Taladrar sin marcar la ubicación
Perforar sin marcar previamente la ubicación puede resultar en perforaciones desalineadas o incorrectas, arruinando el proyecto.
Parece una tarea sencilla que muchas veces por las prisas olvidamos marcar los puntos de perforado y confiamos en nuestra intuición. Esta mala práctica de no ubicar bien el centro de perforado, de no tomar bien las medidas, resulta en una pérdida de tiempo, desalineaciones y proyectos de muy poca calidad. Por no hablar del mal gasto de material si hay que volver a perforar.
La planificación en cualquier proyecto es clave si quieres conseguir acabados de excelente calidad.
4. No limpiar la zona de trabajo
Acumular virutas y polvo de madera alrededor del área de trabajo puede dificultar la visibilidad y aumentar el riesgo de accidentes.
Recuerda que con una zona de trabajo limpia se minimizan los errores y los accidentes. Aconsejamos tener siempre a mano un paño para limpiar los restos que se generen en el taladrado. Si lo del paño no te convence, siempre puedes utilizar aspiradoras de mano portátiles. Son un complemento perfecto, sencillo, rápido y fácil de usar.
Tienes todo a mano, así que deja las excusas y aplica este consejo en tus tareas de bricolaje.
5. No lubricar la Broca
No aplicar lubricante o aceite de corte puede provocar un aumento de la fricción, sobrecalentamiento y desgaste prematuro de la broca.
Los lubricantes se aplican a la broca cuando se va a taladrar superficies metálicas como acero, cobre o aluminio y superficies de plástico. En el mercado existen infinidad de aceites lubricantes. El más comúnmente utilizado es el WD-40 en spray.
Los resultados que consigues lubricando la broca son espectaculares. Las perforaciones son muy limpias y perfectas, al igual que se alarga la vida útil de la broca.